Como no podía ser de otra manera tratándose de una banda afincada en Compostela, todo comenzó un día de lluvia. Uno de esos días en los que presta más refugiarse que andar pisando adoquines y charcos, donde se disfrutan más las canciones hirientes que salen desde lo más profundo de las entrañas. Un día de esos en los que liberar tensiones y descargar pasiones se vuelve una necesidad más que vital. Un día gris, de lluvia permanente y desapacible panorama empujan a Julio (ex Tumbitas, ex Motherfuckers) y Merchi a atrincherarse en un, como no, húmedo local para ensayar canciones que desde hacía tiempo gravitaban en sus cabezas.
Influenciados por infinidad de bandas de sonido crudo e intenso (Gories, Oblivians, Cheater Slicks, Velvet Underground…) comienzan a dar forma a un bicho que poco a poco se vuelve hambriento y libre.
Con el tiempo el dúo se amplía a trío con la entrada de un nuevo guitarra (Manuel) y más tarde a cuarteto cuando se une Jose (ex Os Anais, ex The Tractors) al bajo.
Y el bicho se hizo monstruo…
Sonando como una suerte de Garage Punk ruidista, bañados en feedback y Psicodelia, comienzan a dar conciertos y el apetito del monstruo se multiplica. Manuel se ve obligado a dejar la banda, pero sigue implicado en ella en cuanto a la faceta artística, aportando la portada y otras ideas para lo que será este primer disco: WORD 1, grabado por Roberto Mallo (Triángulo De Amor Bizarro) y masterizado en Grabaciones De Campo por Rafael Martínez Del Pozo (Eliminator Jr).
El disco ha sido editado gracias a la colaboración de El Beasto Recordings, Discos Porno, NW Mag Pie Records y con el apoyo del Bar Embora de Compotela.
El lugar de Manuel lo ocupa desde entonces Martín aka Mack Paramo (Los Thyssen, Psychotic Acid Freek) y el sonido da un giro, dos giros…una infinidad de giros para acabar en el mismo sitio pero con unos matices diferentes. Con una sonoridad que bascula entre los sonidos más salvajes y pantanosos y la Psicodelia, las influencias (Dead Moon, Scientists, Mudhoney…) siguen ahí pero… el bicho devoró al hombre y los temas cabalgan empujados por riffs incendiarios, bajos y baterías que pisan cual mamuts, slides delirantes y letras que tratan de compromisos, amor, desamor, inquietud, ambición… Así son THEE BOAS…