Mother Gun desde la ciudad de Granada pueden convulsionar si se lo proponen los anclajes de la escena rock en España. Cualidades de sobra atesoran para ello. Acaban de publicar un primer álbum verdaderamente enorme. Grabado y mezclado siguiendo un proceso totalmente analógico, bajo la atenta supervisión de Harold Burgon (My Bloody Valentine, David Bowie…) más como guía espiritual que como productor al uso, Sweet Involution Theory plasma la evolución de la banda a lo largo de sus cuatro últimos años de vida. Tiempo en el cual, además, han logrado dar con la fórmula que les ha permitido expresar y desarrollar su propio sonido. Todas las canciones de Mother Gun salen en el local de ensayo, de ciertos momentos de conexión en lo que todo fluye. La banda, consciente de esta fuerza impulsora, decide que quiere hacer un disco espontáneo, por lo que alquila una casa en la Alpujarra granadina y se dedica durante semanas a tocar sin más, a cualquier hora, y sin nada preparado, buscando el flow. De aquellos días de introspección sale todo el disco: de sentarse a hablar sobre temas como el dolor, el amor, los miedos, la sociedad, el sexo o las drogas; largas conversaciones que tras unas cuantas copas les animan a coger los instrumentos y tocar durante horas. La rutina es obsesiva pero plenamente revitalizante: despertarse al día siguiente a las tres de la tarde, escuchar un rato a Mogwai o a cualquier otra banda y volver a empezar buscando la inspiración. Todas esas maratonianas sesiones quedan inmortalizadas y conforman el cuerpo principal y casi definitivo del que se abastecerá el futuro álbum. Para la producción tienen la fortuna de trabajar con Harold Burgon, con quien ya habían grabado en 2012 su anterior EP Human, un productor de larga experiencia con un concepto de la música especial y que supo en su momento hacer de Mother Gun una banda con un camino. Y vaya si lo logró. Viendo como había sido concebido el disco, para Harold no hay otra forma posible que grabar las canciones en total directo, todos en una misma habitación y haciendo lo que mejor saben hacer, tocar en directo, sin claquetas, ni ediciones, ni maravillas de la tecnología de por medio. Lo que quiere es plasmar a la banda con toda su fuerza y dinámica natural sin preocuparse de las pequeñas imperfecciones, las cuales para él son algo especial ya que significa que se está tocando con el alma. Para la grabación escogen los estudios Sonobalance en Granada, un estudio analógico con una sala enorme que les permite grabar en directo en un mismo espacio, todos frente a frente. Canciones instrumentales como “Ponig” y “Then God Created The Drums” sin ir más lejos son improvisaciones en el estudio, con todos los paneles quitados, totalmente abierto, como en los años 60s. Mother Gun consideran Sweet Involution Theory como una historia difícil pero con un final de esperanza. Hay momentos de pura rabia como “Electricity”, pasando por otros más profundos como “Wild As A Volcano”, una canción de tres acordes que les vuelve locos de principio a fin. A nosotros también. En realidad no hay un plan muy elaborado: para Mother Gun es mucho más importante la expresión y la fuerza en una canción que la técnica. Las canciones, salvo algunos pequeños arreglos trabajados a posteriori, salen de la improvisación, lo cual como método les encanta y consideran que realmente consigue lo que pretenden.