AMA – Disociación

Es difícil decir cuándo empezamos este disco, si al terminar el anterior o meses después, nuestra manera de hacer las canciones funciona de forma diferente a unos años atrás, hace tiempo que vamos grabando ideas, guitarras, melodías, que luego día a día desarrollamos, añadimos, quitamos, corregimos… No sabemos muy bien cuándo empieza o termina una canción. Lo que hacemos es ir jugando, aprendiendo cómo funcionan sonidos nuevos y sintes o cualquier otra cosa y eso ya te conduce a sitios nuevos, a partir de ahí hay días que sales maldiciendo por haber perdido el tiempo y pensando que eso va a ninguna parte y otros en los que ves que tienes algo y ya no para de maquinar y profundizar a ver qué pasa. Las letras hablan de ideas que te cruzan la mente, reflexiones que surgen de aquí y allá, quiénes tienes a tu lado. Supongo que hemos vuelto a ser solamente nosotros dos por una cuestión de comunicación, a lo largo del tiempo te das cuenta de cómo y con quién quieres llevar a cabo lo que más te gusta. En definitiva, hacemos canciones, simplemente nos gusta juntarnos y seguir esa chispa inicial que te lleva a probar cosas. Por otro lado, ya hay otras muchas cosas en la vida que no puedes elegir, así que al menos en este espacio hagámoslo sencillo, siendo nosotros dos es como nos entendemos perfectamente. También implica disponer de tiempo, disfrutar del proceso de hacerlo, sin fechas, estar días enredando con un ritmo o un sinte con el que te estás divirtiendo pero que quizá al final tiras a la basura, encontrar algo inesperado, volver, seguir, meterte en ello. Y, viendo cómo ha ido después completándose todo el disco, puede que esta misma forma de hacer lo hayamos aplicado a todo lo demás. Porque es verdad que llega un momento en que piensas que estaría bien definir, marcar un objetivo, empezar a pensar en terminar y completar un disco. Aquí entra Joaquín Pascual, que es muy amigo pero también alguien a quien admiramos mucho musicalmente, así que, una vez las canciones las tuvimos grabadas, le propusimos que nos ayudara con esa famosa visión externa pero que realmente es muy necesaria. Terminamos yendo a Albacete dos semanas y allí añadimos, quitamos, ordenamos, regrabamos algunos instrumentos, en fin, algo tan sencillo como que tú crees que tienes el disco terminado y alguien con sabiduría le pega un buen repaso y te deja temblando. No hay como tenerlo claro.Siguiendo con esto de hacerlo de forma casi artesanal y cercana a nosotros, para la parte gráfica llamamos a otra persona que conocemos bien y cuyo trabajo siempre nos había gustado, Diego Besné. Le explicamos cómo eran las canciones e hizo una portada interpretando bajo su criterio el título del disco y para el interior una ilustración muy sencilla, una especie de esbozo, de boceto, una lámina de cada una de las diez canciones. Y ya rematamos todo este proceso hablando con los amigos de Gran Sol para que fueran quienes pusieran el disco en las tiendas y plataformas.