Keith & Tex hoy en día son iconos del Rocksteady jamaicano, con clásicos, ya para toda la vida, como ‘Tonight’, ‘This Is My Song’, ‘Run To The Rocks’, ‘Goodbye Baby’ y, por su puesto, ‘Stop That Train’, un tema mundialmente conocido por su aparición en la película ‘The Harder They Come’ de Jimmy Cliff.
Keith Rowe y Philip Texas Dixon, ambos procedentes de la ciudad de Kingston, se conocieron por un amigo común y rápidamente formaron el duo Keith & Tex acompañados por otros cinco músicos cantando allá donde les dejaban, esperando que les llegara la oportunidad de grabar algo de material. Hicieron audiciones con los más grandes en Jamaica en esos días, con Duke reíd, Prince Buster y Coxsone Dodd, pero estos no demostraron especial interés por el grupo y acabaron por disolverse como conjunto pero el duo no se rindió y siguió trabajando hasta que les llegara su momento.
Y ese momento llegó cuando conocieron a Derrick Harriott y empezaron a trabajar para él plasmando los mejores momentos del duo en formato single a finales de los años 60 con canciones como ‘Stop That Train’ (originalmente un tema ska del grupo The Spanishtonians), ‘Tonight’, ‘This Is My Song’, ‘Don’t Look Back’ (una version de The Temptations) y ‘Let Me Be the One’. Pero la historia no duró mucho, dejaron de grabar joyas en 1970 cuando ambos emigraron: Keith a EE. UU. y Tex a Canadá.
Desde entonces siguieron de algún modo u otro ligados a la música pero no de manera profesional, hasta que en 1997 se juntaron para ofrecer algunos conciertos y grabar un disco. Ese mismo año Keith emprendió una nueva carrera como locutor de radio con el programa ‘Sounds of the Caribbean’, una apasionante aventura que duró hasta 2013. Desde entonces no han querido apartarse nunca más de la música y en los últimos años han estado actuando en festivales bastante a menudo por EE. UU., Europa y Japón.
2017 ve la salida de nuevo material original producido por Roberto Sánchez en A-Lone Ark Muzik Studio con la edición de este álbum. Un disco compuesto exclusivamente de material propio, guardando la línea Rocksteady de la que el duo fue abanderado en la época dorada que transcurrió de 1967 a 1969, pero dejando algunas concesiones al Ska y al Reggae a lo largo de las 11 canciones que componen este nuevo disco. Un álbum que prueba el excelente momento en el que de encuentra el duo que, sumado a la impecable producción de Roberto Sánchez, hacen de este disco una auténtica joya.