Si Medalla ocupasen un puesto político no sabemos si cambiarían mucho las cosas pero si de algo estamos seguros es que sus canciones se aprenderían en el instituto. Frases como «hacienda somos todos», «hostia en la cara» o «que te partan la boca puede ser una oportunidad para cambiar» continúan la saga que comenzaron hace un par de años con su álbum debut, «Emblema y Poder», un primer asalto que ahora da paso al pop y, sobretodo, a las reivindicaciones.
Si en su primera entrega hablaban de deportes en vano y de navajas certeras, los de la ciudad condal han pasado de curso tanto en lo musical como en lo lírico. Letras como las de Devoto Cardenal, El Tajo o Lengua Afilada meten el dedo en la llaga y no se cortan un pelo a la hora de decir las cosas tal y como son. Eso sí, sin perder las señas que los han caracterizado durante su corta carrera. Riffs y breaks por doquier -como más imposibles, mejor- y un buen puñado de letras que recurren al imaginario de épocas pasadas como Cuello Isabelino, Ritual Arcano, Premio Cervantes, Heráldica Antigua?
Sueiro, Benoït, Marc y Joan han contado una vez más con Sergio Pérez (SVPER) en la producción y han hecho de los Estudios Maik Maier de Barcelona su laboratorio de creación.
