No es que nos acordemos de Perro, es que nunca les olvidamos. Imposible no recordar a uno de los grupos más personales, inclasificables y especiales de la escena rock independiente en castellano de los últimos lustros. Tras un parón indefinido iniciado en 2019 y que sólo se rompió con unas escogidas actuaciones en directo, los murcianos vuelven a lo grande con un álbum que recupera su imaginario único y que está plagado de canciones gigantes.
¿Te acuerdas? supone, de alguna manera, una vuelta a las raíces de la formación, con un sonido crudo y directo no exento de los matices y la imaginación de arreglos que siempre han distinguido a Perro. El disco se abre con Escucha, pariente, que también fue el primer aperitivo que se pudo escuchar del mismo. Es una síntesis perfecta de lo que viene: un muro de guitarras que envuelve una de esas melodías irresistibles que desemboca en un estribillo extrañamente adictivo. De los que se quedan en la cabeza pese a ser en absoluto obvio.
Esa búsqueda del requiebro inesperado luce durante todo el elepé. Un buen ejemplo es Gracias, de nada, bombazo sonoro que combina guitarras crujientes con momentos de sabor agridulce y marchamo melancólico: cóctel ganador. La capacidad del combo para encontrar nuevos caminos a través de estructuras oblicuas y modulaciones sonoras impredecibles aparece en el sinuosa y post- punk Coches chungos, trompos guapos. Por supuesto, el ingenio en letras que alternan realidad y surrealismo marca de la casa atraviesa de manera transversal toda esta colección de canciones.
Sin un momento de respiro, Y si no revienta añade un toque más pop, lo que no implica que no siga sonando rabiosamente personal. “Y qué si no revienta/la vida se le pega”, cantan en el coro del tema. Me vas a perder continúa ese tono amargo, el que te da el paso del tiempo, descubriendo nuevos matices líricos “Un abrazo a la soledad”, dicen. Es una de las mejores piezas de este puzle llamado ¿Te acuerdas?.
Alguien tiene que mandar, Alguien te mira y Ejercicios de fe subrayan la potencia subyugante del elepé. Es meritorio que a estas alturas sigan sonando tan urgentes y esenciales. Testimonio directo de la valía de un grupo siempre contemporáneo e insobornable. La vertiente punk-funk, uno de los secretos mejor guardados de Perro, luce aquí en Me duele España con letra ácida que no tiene desperdicio, además. Mañaco vuelve a la esencia de rock ruidoso, preludio de Dramones y mazmorras, broche de oro del álbum que funciona como una suerte de viaje psicodélico final.
¿Te acuerdas? ha sido grabado, producido y mezclado por Marco A. Velasco en los estudios El Mirador de Alhama de Murcia. Fascinantes y apasionantes a partes iguales, escuchar a Perro de nuevo supone un regalo inesperado del que estamos más que agradecidos. Nos acordábamos mucho, vaya si nos acordábamos.