La Nube. Bicho Rosa. Clifford Records 2015.
En los noventa, el encuentro entre Pepe y Silvia de El Regalo de Silvia, y Nines y Cristina, formó uno de los grupos más potentes y personales del panorama con varios discos editados que culminaron con el lanzamiento de 90/60/90 para Grabaciones en el Mar y actuaciones con los grupos más importantes del panorama, apariciones en los conciertos de Radio 3 etc.
Inspiradas en sus orígenes por la actitud y el sonido de los grupos americanos de Riot Grrrls de los noventa, Breeders, L7, Bikini Kill, Throwing Muse o Sleater Kinney podrían nombrarse como referencias. Potencia guitarrera, maestría en las melodías, alto voltaje comercial y emocional y una voz al frente indiscutible y poderosa.
Y la Nube también son ahora unas Riot Grrrls por la necesidad de ser protagonistas como mujeres, de conquistar espacios y hacerlos propios.
Ahora vuelven en formato de trío; tres personalidades diferenciadas que juntas producen la alquimia perfecta. Tres mujeres, Cristina, compositora, guitarra y voz principal, Nines, con un bajo demoledor y una segunda voz que empasta perfecta con la de Cristina y Pepe a la batería, que es una más porque es un punk de verdad. Tres fuerzas de la naturaleza.
Y es un regreso guiado por la honestidad, por el deseo puro de hacer canciones y la necesidad de tocarlas, porque donde mejor está La Nube es en un escenario donde demuestran una capacidad inusual de conexión con el público, de transmisión de esa energía incontestable. Componer y tocar como fin en sí mismo
Los seis temas del disco contienen todas las esencias de La Nube, cinco temas nuevos y «Tensión» reinterpretada de su anterior etapa con más crudeza. Ahora La Nube se deshacen de cualquier artificio y van a lo esencial. Nubes que anuncian tormentas eléctricas y Nubes algodonosas de melodías guiadas por una voz sobresaliente y plena de matices. El Ep se abre con un hit incontestable “Storm” un ejemplo de contención, fuerza y emoción, una canción adhesiva desde la primera escucha. Y el resto de canciones son una sucesión del manual nubelesco, crudeza, dulzura y energía y entidad propia.
Relaciones amortizadas y agotadoras, fiestas campestres que terminan descontroladas, cuentos y relatos del imaginario literario de La Nube van siendo explorados a través de este EP, en el que hacen un homenaje a todos sus iconos. Todas las geometrías de La Nube han sido dibujadas en el mástil de sus guitarras, todas las voces y todos los matices han sido explotados. En este nuevo trabajo el productor Guillermo Mata ha decidido prescindir de ataduras y está concebido como un directo soñado, en el que los arreglos posteriores no han tenido ningún límite, en el que todo ha cabido, en el que no han escatimado en ensoñaciones. Canciones que se respiran broncas o sutiles según el momento, que eligen descanso o apremio, que pesan, ansiosas y relajadas. Diversas y personales. Canciones que sueñan con ser interpretadas con verdad encima de un escenario. Kim Gordon y Kim Deal estarían en un concierto de La Nube dando botes en primera fila.
Y canciones que sueñan ser editadas con el mimo de Clifford Records y la magia del vinilo.
Toya Jimeno. Periodista musical.
