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MOTOHARU OKAMURA surgen de las cenizas de los míticos AUTOMATICS, grupo emblema de la primera y más afamada generación noise-pop de los noventa.
Tras la publicación y gira de presentación de Ruido Negro (Clifford, 2017), último disco de AUTOMATICS, sus dos guitarristas, Alfonso Linares “Poncho” y Manuel Aranzana, deciden iniciar una nueva etapa bajo el nombre de MOTOHARU OKAMURA para la cual rescatan al bajista Leo Fernández de la última formación de AUTOMATICS y la incorporación de Jorge Ortuño a la voz principal y batería.
En MOTOHARU OKAMURA todo gira alrededor de las guitarras, el ruido envolvente, el crudo rock psicodélico -a veces cercano al hard-, aderezado con melodías Pop y unos ingredientes que los alejan certeramente de su pasado. Un sonido luminosamente aspero, de aristas que rasgan y no dejan cicatrizar en un baile de somnolencia narcótica. Y no resulta extraño, es la conjunción perfecta de equilibrio polarizado en sus extremos por dos de los más brillantes e imaginativos guitarristas de este país.
Buscar referencias a la música de MOTOHARU OKAMURA es complicado. Pueden sonarnos ecos de bandas más underground como Dead Vibrations o The Lucid Dream. A grupos como Holygram o los más reconocidos The Brian Jonestown Massacre en los temas más reposados (minoría). Otras referencias más populares podrían ser The Black Angels o incluso Black Rebel Motorcycle Club en algunos momentos, pero todo tamizado en su propio universo sonoro.