Evasión Y Victoria de Galaxina es un álbum de debut, aunque no parece que los miembros de la banda sean muy noveles en esto de la música. El grupo demuestra madurez, destreza y sobre todo conocimiento de todos los entresijos de esos sonidos que solemos categorizar dentro del indie-rock. Galaxina beben tanto del shoegaze como del noise-pop y son capaces de destilarlos en un combinado sónico muy atractivo a los sentidos y al intelecto, pues proponen planteamientos musicales interesantes. El disco se abre a lo grande: “Fénix” es un bombazo inmediato que define su estilo y muestra sus armas: contagiosas bases rítmicas y un magma de ruidos de guitarra perfectamente canalizado bajo dulces armonías y preciosas melodías de pop hipnótico. Es una perfecta carta de presentación junto a “Solo una razón”, otro pelotazo de pop que suena a deliciosa mezcla entre Ride y Los Brincos. Puestos a hacer shoegaze-pop, se inspiran en los mejores: el pop perfecto para Galaxina parece estar cerca de “Twisterella”, pero también les atraen los Ride más psicodélicos de Nowhere (“Reloj De Sol”), aunque no se quedan en el homenaje y apuntan interesantes puntos de fuga: “Océano” es una preciosidad a medio tiempo que planea ondulando sobre la ensoñación melódica de Sennen con más luminosidad y una pegadiza contundencia pop. Otro referente importante son Pale Saints, con quienes coinciden en el acercamiento del shoegaze al indie-rock de guitarras canónico para acertar de pleno fraguando un pildorazo de pop ruidoso, armónico y contagioso (“Cometa”). No están lejos Los Planetas, con quienes comparten esa sabiduría que les diferencia por encima de otras bandas con las que comparten estilo: no se quedan en la primera línea de referencias y estudian las fuentes originales que inspiraron a sus inspiradores (el noise-pop de “Aquellos Días” tiene el atronador encanto de Drop Nineteens). Eso les permite también ofrecer inventos como “Lejos De Ninguna Parte”, que actualiza maravillosamente a los The Cure de Pornography proponiendo una interesantísima hibridación, y es que entre el shoegaze y The Cure siembre hubo una vía de conexión latente que fue poco explorada por la generación británica (sí por la posterior oleada norteamericana, la llamada Nu-gaze, pero aquellos se fijaban más en Disintegration en su camino hacia el dream-pop). Pedanterías analíticas aparte, queda recalcar la sempiterna vena pop melódica de Galaxina, garantía de resultados como “Polaris”, que se topa con la efectividad de La Habitación Roja en ese estribillo inmediato y esos arpegios de guitarra adhesivos. El disco está secuenciado de manera muy atinada y acaba en una espiral ascendente: la psicodelia de la ya mencionada “Reloj De Sol” culmina con el largo desarrollo instrumental que abre la torrencial “La Soledad Del Corredor De Fondo” para explotar con una épica que en directo se promete espectacular. Muy interesante debut de esta banda almeriense que se suma con nota a un sorprendente revival de los sonidos shoegaze más psicodélicos en el sureste español, una escena por explotar de la que Galaxina son un magnífico estandarte. GUILLERMO Z DEL ÁGUILA