El último trabajo de La Nube, Capitana, reivindica el esfuerzo de buscar tu propia identidad. Sonidos del lejano oeste que recuerdan a esas plantas rodadoras girando en bucle… Más o menos como la cabeza de una misma cuando intenta definirse.
El vinilo abre sus puertas con «Widow Butterfly», un tema de confesiones y revelaciones. Golpes de tom base que parecen prometer un conflicto armado. No sorprende que la voz principal de Cristina y los coros de Nines queden perfectamente empastados. Un juego de voces y ecos que también es llevado a la parte instrumental, con una combinación de preguntas y respuestas entre los punteos de una guitarra independiente y los graves de un bajo protector. La trayectoria de la canción es cíclica puesto que termina volviendo a su sonido más primario: los golpes de guerra, cortesía de Pepe.
El segundo tema de Capitana es destructivo y se hace llamar «Rag Time». Por oposición al género musical que da nombre al tema, la canción ofrece un sonido mucho más crudo, desgarrado y visceral. Un sonido que recuerda ligeramente al espíritu de los 90: impulsivo, violento y entusiasta. La voz es convincente y sólo parece decir verdades mientras que las guitarras rugen de forma incombustible. Para terminar, el final resulta poderoso y estimulante. Un cúmulo de gritos encajados que termina en seco para dar paso a un silencio repentino y demoledor. Chute de adrenalina garantizado.
Pero las aguas vuelven a su cauce y el furor se contiene con el comienzo del tercer tema: «Who Am I?» Un comienzo reservado cuya serenidad parece romperse por momentos pero que siempre termina volviendo a la calma. Se juega con el desequilibrio. Voces melódicas y partes instrumentales que sugieren cierta inquietud… Por otro lado, un sonido perfectamente representativo del mensaje que pretende transmitir la canción: la duda existencial sobre quién es uno/a mismo/a. No podemos negar que se trata de un tema claramente introspectivo y cuyo ánimo reflexivo queda reflejado, no sólo en la letra, sino también en la composición instrumental. En ocasiones, la parte final del tema puede recordar a la banda sonora de una película de Tim Burton… oscura, extraña y generadora de intriga. Finalmente, y a pesar de un despliegue de medios melódicos exhaustivo, la duda queda sin ser resuelta: “Quién soy?”
«Throat» es el punto y final de Capitana. Porque las capitanas no se tragan sus palabras y acostumbran a terminar sus intervenciones soltando por la garganta todo lo que tienen guardado in the back of their minds. Cabe señalar que tiene especial protagonismo el acople penetrante que surge de la nada poco antes de cumplir el primer minuto de canción. Dicho acople podría entenderse como una especie de sinopsis del tema pues, tratando de ser flexibles con la metáfora, cabe imaginar que la puntiaguda nota, orgullosa de su firmeza, es emitida por una garganta humana.
La parte hablada no tiene desperdicio. Confesiones distorsionadas que dan paso a guitarras distorsionadas. La cadencia es pesada y marca un tempo que parece aligerarse con la entrada de voces melódicas. Una vez más, destaca el juego de coros. Frecuencias agudas y graves que brillan por su contraste.
El final se queda colgando mediante la suspensión de un ligero acople (la cosa va de acoples). Y aunque puedas imaginarte que la canción termina con la extinción de voces y coros, no puedes dejar de prestar atención hasta que la última nota deja de sonar del todo… porque mientras el acople sigue vibrando, ese sonido colgante sólo puede interpretarse como una promesa de continuidad.
Las capitanas giran, lideran, se dan la vuelta y se reinventan. Cual capitana, La Nube ha sabido innovar con un sonido humano, sincero y real. Porque, al fin y al cabo, las capitanas son nubes del desierto…Y qué hay más real que una nube? [NEREA BUENO / LADY BANANA]